20.7.15

João Gilberto, el revolucionario en pijama



Hoy hace ochenta y cuatro años y cuarenta días que nació João Gilberto. Hasta ahora no me había puesto el especial del 12 de junio de Cuando los elefantes sueñan con la música, por el que he tenido noticia del vídeo de arriba y de la preciosa columna que Ruy Castro (autor de Bossa Nova) publicó en la Folha de S. Paulo el 6 de junio, cuatro días antes del cumpleaños de João Gilberto: "O revolucionário de pijama". Me llama la atención lo que se parece al último Borges, anciano y feliz. Transcribo aquí la traducción de Carlos Galilea de la columna, tal como la lee (en el audio está a partir del m. 18:40):
El revolucionario en pijama
(Ruy Castro)

Un vídeo colgado esta semana en internet muestra a João Gilberto en su apartamento de Leblon, acompañando con la guitarra a su hija Luisa Carolina, de nueve años, que canta una sencilla "Chica de Ipanema". Dura menos de cuarenta segundos el vídeo. Se ve poco y aún se oye menos, pero tiene algo enternecedor: João Gilberto está en pijama. Un pijama de color suave y estampado a cuadros.

Para los jóvenes que ven el vídeo debe de ser difícil creer que en 1958, hace cincuenta y siete años, este señor en pijama y pantuflas apareció con una batida de guitarra aparentemente incomprensible y una manera de cantar casi inaudible para los patrones vigentes: un estilo que dividió la música popular, que a nadie dejó indiferente, y que finalmente se reveló victorioso a escala planetaria.

¿Cómo aceptar un revolucionario en pijama? No se trata de la modestia del traje, aunque el de João Gilberto parezca muy bien cortado y de una franela de primera. Es el hecho de que este hombre no esté actuando para públicos que gustarían de escucharle, y son muchos, o grabando discos que nos abastecieran para siempre. Y porque, al respetar su silencio, hacemos como si él ya no existiese.

Su ciudad natal, Juazeiro, en Bahía, desde la que se fue de adolescente a Salvador y de allí a Río, en 1950, va a rendirle homenaje por su cumpleaños. El evento se llamará Viva João, y constará de música, poesía y recuerdos en torno a su persona. João Gilberto hace muchos años que no va a Juazeiro, pero sus habitantes no se lo tienen en cuenta. ¿Cómo reprocharle algo a alguien que ya se dio tanto? Saben también que él nunca salió de allí, de Juazeiro.

Y que su voz, su guitarra, la bossa nova y el respeto mundial fueron apenas sueños del niño a orillas del río São Francisco que João Gilberto nunca dejó de ser.